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INVITACIÓN A LA VIGILIA DE CUARESMA

Desearía poder compartir con vosotros hermanos y hermanas de nuestra querida Hermandad de las Aguas, una pequeña reflexión que nos ayude a continuar preparándonos con dignidad y provecho en este tiempo de Cuaresma, en el cual nos encaminamos con gozo y entusiasmo un año más, en nuestra Hermandad y en nuestras vidas, a la celebración de la Pascua. Recordad por ello lo que nos dice nuestra Regla 7ª “Los hermanos han de sentirse, ante todo, personas que han aceptado consciente y libremente la fe cristiana…”. Nuestra fe, nuestra pertenencia a la Hermandad, y la celebración en ella de nuestra unión a Jesucristo… debemos sentirla, experimentarla vivamente, con gozo y devoción.

La Pascua, en que celebramos solemnemente la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo en Semana Santa, es el punto culminante de nuestra vivencia cristiana en este mundo; es nuestro paso, unidos a él, de la muerte a la vida. Toda la liturgia y toda nuestra vida tiende a ella. Es la Cumbre y la Fuente de nuestro ser cristiano, estamos llamados a apropiarnos de la Salvación que emana de ella. Nuestra Hermandad nació con este espíritu y por ello no deja de invitarnos a adherirnos personal y comunitariamente a Jesucristo: “La espiritualidad que define nuestra Real Hermandad y Archicofradía, está centrada en Jesucristo crucificado, Sabiduría de Dios, que se nos muestra como el manantial que nos trasmite el Agua Viva del Espíritu Santo” (Regla 11ª). Y es de esta adhesión que se desprende nuestro crecimiento y maduración cristiana y cofrade: “Los hermanos vivirán su espiritualidad en la fe y caridad, haciendo del culto una auténtica alabanza a Dios Padre en Jesucristo por el Espíritu, mediante la asidua escucha de la palabra de Dios, la participación y adoración de la Eucaristía, la vivencia singular de la oración personal y comunitaria, el ejercicio de las virtudes cristianas y la acción comprometida del anuncio de la Buena Noticia a los hombres” (Regla12ª). (los subrayados son míos). Todo un programa de vida que se desprende de nuestra fidelidad y seguimiento de Jesús en nuestra Hermandad, haciendo vida lo que celebramos y celebrando lo que ya vamos viviendo entre nosotros.

Después del solemne QUINARIO de este año 2016, en que hemos renovado con cariño y entusiasmo nuestro juramento de pertenencia a nuestra Hermandad, honrando a Nuestro Santísimo Cristo de las Aguas y a Nuestra Madre Santísima del Mayor Dolor, nos toca este fin de semana culminar nuestra efeméride con el Besapiés y Besamanos de nuestros titulares. Creo que este gesto tan expresivo completa nuestra celebración anual que nos prepara y encamina a nuestra Salida Procesional del Lunes Santo.

Como responsable de la Formación, deseo de corazón que vivamos con intensidad este último acto comunitario del Besapiés y Besamanos. Recordemos que un beso es el acto de presionar los labios en los pies y en las manos de nuestros titulares, como una expresión de afecto, de saludo, de respeto, de devoción y amor.

Y es por eso que, tras la finalización de la primera jornada del Besapiés y Besamanos, cuando aún están cerca de nosotros nuestras imágenes, el sábado 27 a las 21 horas, tendremos LA VIGILIA DE CUARESMA de nuestra Hermandad. En silencio, contemplaremos con una única luz a Nuestro Santísimo Cristo de las Aguas y a Nuestra Madre Santísima del Mayor Dolor, en el centro de nuestra capilla. Y así, en medio de la penumbra, abiertos a la Presencia que Dios que nos envuelve amoroso, viviremos una jornada de oración en torno a nuestro Cristo y a su Madre, unidos a ellos, sedientos de Él “que nos trasmite el Agua Viva del Espíritu Santo” y acompañados por ella, Dolorosa de pie junto a la Cruz. Con la Palabra de Dios, con salmos, con cánticos; en meditación, con silencios y plegarias…viviremos juntos nuestra vigilia de oración comunitaria en el corazón mismo de nuestra Hermandad.

Estas cordialmente invitado. Te esperamos.

Javier Bermúdez Aquino

Consiliario de Formación