La Hermandad en el S. XVIII
En el mes de Marzo de 1750 y después de un largo periodo de sequía, un grupo de devotos del Cristo de las Aguas deciden constituirse en Hermandad al ver que son oídas sus súplicas después de sacar en rogativas a la imagen anónima que en la actualidad se encuentra en el Convento de los Padres Dominicos de Almagro (Ciudad Real). Como titular mariana tomaron a una imagen tallada pocos años antes por José Montes de Oca venerada como Nuestra Señora del Mayor Dolor para que acompañara al Crucificado en el tradicional vía crucis que realizaban este grupo de fieles al Monasterio de Santa María de las Cuevas en la Isla de la Cartuja.
El Miércoles Santo 7 de Abril de 1751 hace su primera Estación de Penitencia a la Trianera Parroquia de Santa Ana el Cristo de las Aguas sobre el paso del Santísimo Cristo de la Expiración y la Virgen del Mayor Dolor en el paso de palio de la Hermandad de las Tres Caídas.
Solo 10 años más tarde y fruto de un considerable impulso económico, la incipiente Cofradía evita la cesión de las dos hermandades vecinas del Barrio, estrenando dos nuevos pasos realizados por Andrés de Carmona en los que procesionan sus imágenes titulares.
Ciertas adversidades hacen que la Hermandad en los siguientes 20 años solo procesione 5 veces: 1761, 1766, 1768, 1777 y 1778. Los motivos por los que la Cofradía se muestra tan inestable son, hasta ahora, del todo desconocidos, aunque entre ellos tuvo que influir el pleito que tuvo que lidiar con el Capataz de pasos Clemente García y que se resolvió favorable a éste en 1762 al no habérsele realizado el pago adecuado al número de costaleros necesitados para los nuevos pasos de mayor tamaño y peso.
A esta situación de inestabilidad se le unen las Pragmáticas de Carlos III pretendiendo adecentar los cortejos procesionales y asear la vida interna de las Cofradías que comienzan en 1772 y culminan con el Real Decreto de 1783 por el que todas las Hermandades deben presentar sus Reglas al Real y Supremo Consejo de Castilla.
Así lo hace la Hermandad de las Aguas el 7 de Septiembre de 1787 iniciando las pesquisas que le lleven a la normalización definitiva y a la validación de sus Reglas. Pero por motivos desconocidos este loable intento no llega a feliz término quedando paralizada la tramitación el 10 de Mayo de 1796.