Nuestra Madre y Señora del Mayor Dolor
La autoría de la imagen de la Virgen del Mayor Dolor podemos calificarla, al menos, de controvertida. La Hermandad daba culto desde sus orígenes en Triana a una Dolorosa atribuida a José Montes de Oca y que desapareció en el incendio ocurrido en la iglesia de San Jacinto en 1942. Dos años después, concretamente el 30 de Julio de 1944, se contrató con José Romero Morillo la ejecución de una nueva imagen.
Sin embargo, la personalidad del autor, un ceramista trianero poco conocido, los rasgos estilísticos de la imagen, relacionados íntimamente con el estilo de Montes de Oca, y las investigaciones llevadas a cabo durante dos de las restauraciones a las que ha sido sometida la imagen, junto al dato que nos ofrece una carta enviada por la Hermandad al Cardenal Arzobispo de Sevilla, comunicándole el incendio en la que se señala que, junto con los restos del fuego, han aparecido carbonizados el candelero y la cabeza de la Virgen, han puesto en duda tradicionalmente la autoría de Romero Morillo, aunque no su intervención en la obra.
El primer documento que se conserva, además del contrato firmado entre la Hermandad y el artista, es un recibo de éste, fechado en Octubre de 1944, en el que informa que la Virgen ha sido realizada en madera de caoba en la calle Pontevedra nº 8. El 18 de Marzo del año siguiente es bendecida en la iglesia del Colegio del Protectorado de la Infancia de Triana.
Varios años después, en 1953, Antonio Eslava encarnó el rostro y las manos de la Dolorosa y le realizó un nuevo candelero.
En 1965 la imagen también sufrió otra intervención en esta ocasión por parte del escultor Juan Abascal oscureciéndole el rostro.
Un nuevo dato, de gran interés, nos lo ofrece un Inventario realizado por la Hermandad en el año 1958, donde se señala que la imagen de la Virgen del Mayor Dolor es obra de José Romero y que fue dirigida y sacada de punto por Antonio Eslava, versión ésta que es la más difundida tradicionalmente entre los hermanos de esta corporación y la más lógica al tener en cuenta la formación como ceramista de Romero Morillo, quien pudiera haber realizado tan sólo el modelo en barro.
Pero las dudas sobre la autoría de la imagen aumentaron cuando durante su restauración en 1981, Francisco Peláez del Espino estima que se trata de una talla de mayor antigüedad, opinión que confirma el escultor y restaurador José Manuel Bonilla, quien en el año 1991 interviene sobre la Dolorosa y le realiza un nuevo cuerpo, sometiéndole también a una limpieza de su policromía. Es ahora cuando se aprecian en la parte trasera del busto restos de madera carbonizada y la división de la cabellera en dos partes claramente diferenciadas y presumiblemente de distinta mano, lo que unido a la utilización de cola animal en los ensambles, hace pensar al restaurador que la actual imagen es la primitiva de Montes de Oca, versión aceptada también por el investigador Antonio Torrejón Díaz en su estudio sobre el escultor dieciochesco.
Las últimas investigaciones llevadas a cabo por Luis Chamorro García y las tesis de Luis Álvarez Duarte, que ha restaurado la imagen entre 2011 y 2012, avalan la teoría, ya conocida, que fue José Romero Morillo quien modeló en barro el busto de la Dolorosa y posteriormente Antonio Eslava la talló en madera mediante la técnica del sacado de puntos.
Desde el punto de vista estilístico, la imagen responde al modelo de Dolorosa madura, de estética barroca, y que muestra un profundo dolor, remarcado por la pronunciación del entrecejo, la boca entreabierta y la mirada baja.