A una semana para que el día de Todos los Santos se marque en el calendario, Nuestras Sagradas Imágenes ya se encuentran preparadas para recordarnos, un año más, las oraciones que les debemos por las almas de nuestros hermanos difuntos, tras ser vestidas para la ocasión por nuestro hermano y vestidor Don Antonio Bejarano.

 

Noviembre, mes en que Sevilla acude con su ramo de crisantemos al cementerio de San Fernando para honrar a sus seres queridos, mientras que espera a que en la Plaza de Refinadores vuelva a cobrar vida Don Juan Tenorio, porque aquí, todo se vive con ese punto tan necesario de pasión, las Hermandades de Sevilla seguimos enlutando a nuestras Dolorosas, como inequivoca señal del dolor que deben sentir las madres al recordar la muerte de su hijo.

 

Por ello, tanto Nuestra Madre y Señora del Mayor Dolor como María Santísima de Guadalupe se han preparado para recibir al mes de los fieles difuntos, recordándo así que las ánimas benditas del purgatorio se encuentran a la espera de nuestras oraciones para alcanzar la presencia del Altísimo.

 

Una tradición que sigue cumpliendo esta Real Hermandad y Archicofradía, también como honra a tantos y tantos hermanos que han dedicado sus esfuerzos, su cariño y su vida a Nuestros Sagrados Titulares y que, desde lugar distinguido, verán como su Amantísima Madre les sigue guardando en un rinconcito de su corazón, y como sus hermanos los seguimos teniendo en nuestra memoria.

 

Sevilla se prepara para su mes de noviembre, el crisantemo ya ha florecido, tan solo falta, ya, que caigan los pocos días que nos separan para que las campanas comiencen a tañir en duelo.