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GUADALUPE, UNA ADVOCACIÓN CINCUENTENARIA
Hace 50 años, tuvo lugar un hecho de vital importancia en el seno de nuestra Corporación, retrocedamos en el tiempo al Viernes 25 de Noviembre de 1966.
Para ese día estaba fijado un Cabildo Extraordinario de Hermanos cuyos puntos tercero y cuarto eran literalmente los siguientes:
“Aceptación de la Imagen de la Santísima Virgen, obra del escultor D. Luis Álvarez Duarte para su futuro paso de palio y en el caso de aprobación del punto anterior, designación de la advocación con que ha de ser bendecida en su día, la nueva imagen, respectivamente.”
Con gran presencia de hermanos se celebró dicho cabildo en las Dependencias de la Parroquia de San Bartolomé, sede canónica de esta Real Hermandad y Archicofradía a finales del año 1966.
La aceptación de la imagen se aprobó por unanimidad de los presentes, pero la elección de la advocación resultó muy diferente a lo que se había planteado en un principio.
La Junta de Gobierno, con D. Juan Delgado Alba como hermano mayor, elevó al cabildo varias propuestas de entre las cuales debería resultar elegida la advocación que llevaría la nueva imagen.
La primera llevaría el nombre de Humildad, se basaba en que con ese nombre nos permitiría añadir a la hermosa letanía de las Vírgenes de Sevilla, la más hermosa de las virtudes, cuando se ofreció sumida como esclava del Señor, y cuando durante toda su vida, humildemente, siguió como corredentora.
La segunda propuesta correspondería con la advocación de la Oliva, pocos nombres con más arraigo andaluz que, Nuestra Señora de la Oliva, donde en numerosos pueblos de la Comunidad tienen como patrona a la Virgen con dicha advocación.
Debido a la afluencia de hermanos, había gran disparidad de opiniones y se hizo muy difícil llegar a un nombre de consenso, hasta que tomó la palabra el nuestro hermano D. Pedro Marcos Bustamante y propuso el nombre de Guadalupe.
D. Salvador Díaz Luque, párroco de San Bartolomé, comenzó a glosar a la Virgen de Guadalupe, sus raíces mexicanas y extremeñas, su afinidad con nuestra Hermandad en lo carente a humildad, sacrificio, penalidades y sufrimiento. La sala de Cabildos fue un clamor, la votación, casi por aclamación, aprobó lo que la casi totalidad de los hermanos querían, que la nueva imagen mariana que iba a procesionar bajo palio se llamase MARÍA SANTÍSIMA DE GUADALUPE.
Y así han pasado 50 años, en los que una Virgen niña, consiguió unir Extremadura, México y Sevilla en una sola bajo un nombre. GUADALUPE.
