EL PREGONERO SE ENCOMENDÓ A GUADALUPE EN LA MAÑANA DEL PREGÓN

Acompañado por los cargos generales de la Junta Superior del Consejo de Hermandades y Cofradías, con Don Carlos Bourrelier a la cabeza, recogió de manos del Hermano Mayor el pañuelo que portaba nuestra Amantísima Titular, símbolo inefable de su protección y amparo, que portaría cercano al corazón y que mostraría a los asistentes al Teatro para hacerlos partícipes de tan íntimo acto.
Hermosas palabras le dedicó a nuestra Dolorosa en su corta estancia en la Capilla, entablando un paralelismo entre la juventud del Escultor Álvarez Duarte al tallarla y la suya al llegar al atril mas esperado por los cofrades, dejándonos también un espontaneo y bello gesto al besar a Nuestra Señora del Rosario, de la que es muy devoto, con la filial ternura de un hijo.
Un sencillo acto que supuso, sin duda, el preludio de la emoción y la humildad de un brillante pregón que conectó con el sevillano, anunciando a la ciudad la imparable cercanía de nuestra Semana Santa.




Fotos: José Ángel Caballero Gimeno