Noviembre. Mes de los difuntos, en el que José de Zorrilla regresa cada año para recordarnos la vanalidad de la vida, solo plena en la redención y salvación de las almas, a través del sin par y sevillano personaje de Don Juan Tenorio y su peculiar rival Don Luis Mejías.

 

La Hermandad de Las Aguas, como cada año, vuelve a cumplir esa tradición heredada de nuestros antepasados, para vestir a nuestras dolorosas de luto por el fallecimiento de nuestros hermanos, muy especialmente por los finados en el presente y dramático año.

 

Sevilla, custodia y celosa de sus tradiciones ha sabido mantener en la vestimenta de las imagenes un reflejo del mes de los difuntos, que se une a tantos otros signos reconocibles de tan singular mes. Crisantemos en flor, huesos de santos, visitas a los cementerios y tantos otros.

 

De la mano de Nº Hº D. Antonio Bejarano, con su habitual y esquisita técnica en el arte de vestir, María Santísima de Guadalupe y nuestra Madre y Señora del mayor dolor lucen radiantes pese al dolor de sus ropajes.

 

Es un mes de referencia, sin duda, en nuestra Corporación, para contemplar a nuestras Tirtulares con esa carga emocional del luto, siendo además una manera de honrar y recordar a nuestros queridos hermanos.