LA OPORTUNIDAD DE UNA NUEVA CUARESMA

Más allá del plano interior, Sevilla también se afana en la preparación cuaresmal de su semana grande, cargada de simbología y cuidando los detalles que año tras año ponen en liza una tradición arraigada en nuestra sociedad.
María, Madre nuestra, se viste de hebrea en la mayoría de las iglesias sevillanas, para con ello, llevarnos de la mano a vivir una nueva Pasión de Cristo. La Hermandad de Las Aguas, fiel a la costumbre, procedió a vestir a María Santísima de Guadalupe de tan tradicional forma como signo inequivoco de la entrada en una nueva Cuaresma.

Sin duda, podemos encontrar en esta nueva cuaresma una nueva oportunidad para reflexionar e interiorizar individualmente, como lo hiciera Jesús en sus cuarenta días de desierto, a la par que participar en comunidad de los cultos y actos que la Corporación nos ofrece para una preparación más profunda de cara a una nueva Semana Santa.
A fin de cuentas, es la oportunidad de materializar aquello que recordamos cada Miércoles de Ceniza. "Conviértete y cree en el Evangelio".

